jueves, 27 de diciembre de 2012

LA CASA DE RAQUEL VEGA FERNANDO BOTERO

LA CASA DE RAQUEL VEGA 1975
La casa de Raquel Vega
óleo sobre lienzo 195,5 x 246,5 cm
Viena, Museum Moderner Kunst, Stiftung Ludwig




En el paraíso de Fernando Botero, el pecado original no ha hecho aún su acto de aparición. Su universo pictórico está poblado de simpáticas criaturas en inocente estado de gracia ,es un cosmos verdaderamente fantástico de figuras incomparables. " No, no pinto gordos " replica Botero a la pregunta correspondiente . Un segundo vistazo más atento a la obra revela que todo es " gordo " , la fruta, los animales , incluso las casas. Mediante la transformación o la deformación , Botero traduce la realidad en arte. O como dice el propio artista ." el arte es siempre exageración de la realidad , de sus colores, de su forma ,de su significado espiritual "




Botero no disfrutó de una formación clásica : empezó a dibujar muy pronto y,como autodidacto,celebró su primera exposición con 19 años . Sus conocimientos de pintura proceden de los libros y las estampas . En 1952 se trasladó a Europa , primero a Madrid y después a París , visita e lPrado y el Louvre , se inscribe en ocasiones en academias, como en Florencia para estudiar la pintura al fresco.




En la obra La casa de Raquel Vega aparecen reunidos unos pocos coetáneos imponentes . Las señoras aparecen ligeras de ropa , los caballeros se han aflojado el nudo de la corbata y beben directamente de la botella , da la impresión de que todos se divierten , la tenue luz de una guirnalda de luces colgada del techo crea una atmósfera crepuscular y la pose de todos recuerda a un retrato familiar con los niños y el perro.El cuadro refuerza el atractivo y la atención que  pretende atraer por estar ambientado en un lupanar de la colombiana ciudad de Medellin. En la juventud de Botero, era conocida principalmente por sus burdeles y centros de prostitución .  Décadas después , el artista dedicó un recuerdo a estos lugares desde las lejanas París y  Nueva York


Fruta , 1969

Las escenas de lenocinio como ésta o como La casa de Amanda Ramirez ( 1968) se encuentran entre las más sensuales y generosas de la obra de Botero. El ambiente que de ellas transpira, con todo, es mucho más festivo que animal y la sexualidad no aparece nunca tematizada abiertamente . En este sentido, son más recatadas que las imágenes de prostitutas legadas por Toulousse-Lautrec, los expresionistas alemanes o, por supuesto, la más conocida de todas Las señoritas de Aviñón de Picasso.




Botero, mago en un país que ha sabido siempre estimular las fantasías , crea con este corro deindividuos reales un universo reluciente como un espejo.Con una técnica sobresaliente y reminiscente de los grandes maestros , ofrece un panorama de criaturas fascinantes que escapan a todo sentido de la proporción y cuyos desmesurados volúmenes constituyen la varita mágica con la que transforma el mundo y la vida para sumergirse en la irrealidad.




Mercedes Tamara
27-12-2012


Bibliografia : Arte Moderno, todo Arte , Edic Blume

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