sábado, 16 de agosto de 2014

LA GRAN ODALISCA JEAN-AUGUSTE DOMINIQUE INGRES

LA GRAN ODALISCA, 1814 
La gran odalisca
óleo sobre lienzo 61 x 192 cm
Museo del Louvre, París






Jean-Auguste Dominique Ingres ( 1780- 1867 ) . Estudió en la Académie de Toulousse y más adelante en el estudio de David en París. En 1601 ganó la beca Prix de Roma . Ingres estudió también en la Académie de France en Roma . Recibió encargos de la familia Bonaparte , pero sus obras no gustaron y permaneció en Italia hasta 1824. Su regreso a Francia coincidió con su éxito en el Salón de París y fue aclamado como el líder de la escuela clásica 


La gran odalisca , 1814 fue un encargo de la reina Carolina de Nápoles , la hermana de Napoleón . Inicialmente tenía que formar parte de una pareja de pinturas, junto a otro desnudo también pintado por el mismo artista , pero el régimen de Bonaparte se desmoronó . Carolina huyó del país y el segundo desnudo es de una mujer durmiendo , fue destruído. Ingres estaba comprometido con un estilo neoclásico , el tono de sus pinturas es frío y el artista priorizaba la linea por encima del color .


La gran odalisca fue pintada en Roma , durante un período en que el artista gozaba de mejor reputación en Italia que en Francia. En 1879 la pintura fue expuesta en el Salón de París , provocando reacciones diversas , en parte a causa de las distorsiones de la figura femenina, que sugiere la influencia del manierismo . Aunque la pintura de la odalisca  (o concubina ) recuerda al retrato Madame Recamier ( 1800 ) de Jacques Louis David , Ingres retrató a su modelo como una mujer de harén, mostrando así su gusto por los temas orientalistas , muy populares entre los artistas románticos . A pesar de esa afinidad, Ingres se opuso a los ideales románticos hasta su muerte.


A pesar de su desnudez , la odalisca se muestra distante e inaccesible. Le da la espalda al observador y no hay ni un resquicio de calidez en su mirada. Este efecto se ve subrayado por el fondo poco definido y los tonos fríos y plateados de las telas y los accesorios. 


La gran odalisca está repleta de grandes contradicciones. La figura en escorzo pronunciado parece la personificación de la consentida indolencia y de la sensualidad natural , pero si se observa detenidamente su postura es rígida y poco elegante. La posición de la pierna izquierda es ciertamente incómoda. Es posible que la intención de Ingres fuera la de exagerar las curvas de la modelo para hacerla más atractiva visualmente. No obstante, se sirvió del ilusionismo más puro para evocar los otros sentidos. El fino rastro de humo del incienso, evoca una atmósfera embriagadora y perfumada; asimismo, las texturas tienen un aspecto verdaderamente táctil . El Ingres neoclacicista solía mostrar una cierta propensión a lo exótico, algo más propio de un pintor romántico.



Bibliografía : " Historia Universal del Arte " Edic Planeta

Mercedes Tamara
16-08-2014

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