domingo, 26 de agosto de 2012

LA MATANZA DE LOS ABENCERRAJES MARIANO FORTUNY


LA MATANZA DE LOS ABENCERRAJES 1878


La matanza de los Abencerrajes
óleo sobre lienzo 73 x 93 cm
Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona



La leyenda de la matanza de los Abencerrajes , recogida ya en el siglo XVI por Pérez de Hita  y que adquirió resonancia popular a través de escritores románticos como Chateaubriand, Washington Irving o Martinez de la Rosa, refiere cómo a resultas de intrigas cortesanas  urdidas por miembros del linaje de los Zegríes para hacerse con el poder , un gran número de miembros destacados De la familia de los Abencerrajes fueron convocados a una de las salas de la Alhambra , donde murieron degollados a traición,

 Fortuny , que como otros pintores del siglo XIX se interesó por este asunto , empezó la obra que comentamos en la segunda quincena de septiembre de 1870, instalado en la propia Sala de los Abencerrajes , Contigua al Patio de los Leones , esta sala, cubierta por una cúpula  de mocábares , es de planta cuadrada de 6, 25 m de lado, en dos de las cuales se abren alcobas con dobles arcos que descansan en columnas con capíteles y enjutas ricamente  decoradas , los arrimaderos con azulejos castellanos sustituyeron en el siglo XVI los originales de cerámica árabe . El pintor representó en acusada perspectiva , centrada por la pila dodecagonal , la entrada a la sala y una de las alcobas , cuya pared decoró con unas escenas  alusivas tal vez a una escena de caza.

 Aunque la obra quedó inacabada , se evidencia en ella , una ve más el afán del artista por plasmar con la mayor fidelidad tanto los diferentes elementos arquitectónicos como algunos aspectos relativos a la leyenda . En este sentido, cabe destacar la representación del estrangulamiento del abencerraje niño en una columna o el grupo agazapado a la entrada  de la sala . Como es habitual en él, Fortuny realizó diversos estdios preparatorios para esta obra, entre los que destaca el de uno de los capíteles , que forman parte de esta exposición,el dibujo a l la  pluma del abencerraje niño,. La matanza de los Abencerrajes , obra que el pintor dejó inacabada , formó parte de la subasta del taller de Fortuny celebrada en París en 1875, donde fue adquirida por 7.800 francos por un tal Hedouin, según consta en las obras manuscritas de un ejemplar del catálogo de la mencionada subasta .

Mercedes Tamara 
26 agosto-2012

Bibliografía : Mariano Fortuny, Edit Biblioteca El Mundo

lunes, 20 de agosto de 2012

MADRID DESDE CAPITÁN HAYA DE ANTONIO LÓPEZ

MADRID DESDE CAPITÁN HAYA  1987-1994

Madrid desde Capitán Haya
óleo sobre lienzo encolado a madera 184x 245 cm
Madrid, Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia


Si en Madrid desde Torres Blancas ( 1976-1994 ) el protagonismo pertenece a la ciudad , en Madrid desde Capitán Haya el argumento es la luz del sol sobre la ciudad, una luz que endurece contornos, desdibuja perfiles, crea sombras : " El sol es el gran protagonista , con esa luz  planetaria que tienen pintores como Hooper. Hace a la ciudad más solitaria , le da un carácter sideral . El descubrimiento es determinante...Lo curioso es que empecé representando la ciudad sin sol , me daba miedo iluminarla con su luz , porque añadía una crudeza que me asustaba. Desde Madrid Sur ( 1965-1985 ) , la ciudad aparece bajo esa luz. La luz del amanecer me resulta romántica , frente a ésta, que añade ese punto de modernidad con el que la retrataron pintores metafísicos y surrealistas, la mejor pintura figurativa , aunque venga de movimientos no estrictamente figurativos ".

El cambio implica nuevas soluciones técnicas , no siempre favorables para el pintor. La primerasí lo es : cuando pintaba al amanecer , buscaba su luz uniforme , sólo disponía de breves sesiones de menos de media hora al día, antes de que la luz cambiase . Al dar entrada a una iluminación directa , puede pintar al mediodía , con lo que se amplia considerablemente el tiempo durante el cual las condiciones de luz varían ( entre 3 y 4 horas ) En contra, sin embargo,con la nueva situación se multiplican las formas, con la aparición de sombras y matices . El pintor puede prolongar su tiempo diario de trabajo al natural, pero lo que quiere registrar ha adquirido nuevas calidades . Lo señala el artista : " Este tipo de pintura tienes que plantearla con mucho rigor : por sus medidas, son difíciles de dominar si no se trabaja con cierto método; y requiere mucha constancia , porque cortas el trabajo para esperar a que vuelva la estación en la que lo iniciaste. Por si fuera poco, cuando lo llevas al estudio , para terminar de ajustar los detalles , siempre han surgido cosas que lo aplazan "

Mercedes Tamara 
20 agosto 2012

Bibliografía : Antonio López, Edit Biblioteca El Mundo

jueves, 9 de agosto de 2012

DOÑA JUANA LA LOCA DE FRANCISCO PADILLA


DOÑA JUANA LA LOCA 1877

Doña Juana la Loca
óleo sobre lienzo 340 x 500 cm
Madrid, Museo del Prado


Cuadro por excelencia del género histórico en España. Se trata de la evocación del viaje que hace doña Juana desde la Cartuja de Miraflores en Burgos a Granada acompañando el cadáver de su esposo Felipe el Hermoso.

Según la crónica de P. Mártir de Anglería, la comitiva estaba compuesta por eclesiásticos, nobles y caballeros,y en una de las jornadas, de Torquemada a Hornillos, "mandó la reina colocar el féretro en un convento que creyó ser de frailes, mas como luego supiese que era de monjas, se mostró horrorizada y al punto mandó que lo sacaran de allí y le llevaran  al campo.  Allí hizo  permanecer toda la comitiva a la intemperie, sufriendo el riguroso frío de la estación". Pradilla recoge este momento, reflejando el drama amoroso, los detalles de la  comitiva y la riqueza del paisaje invernal castellano.

La figura de doña Juana centra la composición, delante de un sencillo asiento de tijera cubierto por un almohadón. Viste un grueso traje de terciopelo negro que pone de manifiesto su avanzado estado de gestación. En su mano izquierda podemos observar las dos alianzas que indican su viudedad. La reina vela el féretro de su esposo, colocado sobre parihuelas y adornado con las armas imperiales. Dos grandes velones mortuorios flanquean su cabecera. Junto al catafalco se encuentran una joven dueña y un fraile de blanco hábito, leyendo  en voz baja una plegaría y sosteniendo un cirio. La zona de la derecha de la composición está presidida por la hoguera y el humo que ha provocado una fuerte ráfaga de viento. A su alrededor vemos a los miembros de la corte que acompañan a la soberana en el viaje, reflejando en sus rostros el abatimiento, la compasión hacia la  reina o el aburrimiento, vestidos todos ellos con ropas de la época. El fondo está ocupado por el monasterio del que doña Juana sacó el féretro de su marido al saber que estaba ocupado por monjas; en el extremo contrario aparece el resto de la regia comitiva, llegando al lugar con las luces del último atardecer de un día de invierno.

La composición  se organiza alrededor  de un aspa, destacando como Pradilla ha  conseguido la plenitud atmosférica del espacio abierto en el que se desarrolla la escena. Otro elemento a reseñar es el tratamiento de las indumentarias e incluso de los elementos  orográficos con los  que se consigue elevar la tensión  del momento. Todo ello ha sido conseguido con  una pincelada vigorosa y segura, con un toque certero, sin renunciar al dibujo pero empleando  una técnica jugosa, muy pictoricista,  que se convertirá en la tarjeta de  presentación del pintor.






    Mercedes Tamara
    9 julio 2012


    • Bibliografía .BARBERÁ PUIG, Carmen, Juana la Loca, Barcelona, Planeta, 1992.

    martes, 7 de agosto de 2012

    MUJER LEYENDO UNA CARTA JUNTO A LA VENTANA DE JAN VERMEER


    MUJER LEYENDO UNA CARTA JUNTO A LA VENTANA 1657

    Mujer leyendo una carta junto a la ventana
    óleo sobre lienzo 83x 64,5 cm
    Dresde, Staatliche Gemäldegalerie 






    En el siglo XVIII , época en la entró en las colecciones del elector de Sajonia , Augusto III, se mantenía que este cuadro era obra de Rembrandt; después se atribuyó a Govaert Flinck,  discípulo suyo , y luego al pintor " intimista " Pieter de Hook , que vivió y trabajó en Delft  desde 1654. Por fin , en 1862 , la pintura fue definitivamente atribuída a Johannes Vermeer.



    La escena se compone de pocos elementos : junto a una ventana abierta , una muchacha lee una carta y su rostro absorto se refleja en el cristal . A su alrededor , el espacio  está delimitado por la pared clara , en la cual se refleja la luz que entra de fuera y, por los objetos que definen el primer plano. En éste se ha colocado una mesita cubierta por un tapete oriental : este recurso compositivo , adornado por un fragmento de naturaleza muerta , está también en La alcahueta y en La joven dormida . A la derecha Vermeer introdujo un cortinaje verde , artificio ilusionista que figura en algunas obras de otros maestros holandeses , entre ellos Rembrandt





    Los análisis radiográficos han puesto de manifiesto arrepentimientos, el más significativo  de los cuales es la eliminación con un Amorcillo que originariamente estaba colgado en el fondo.  El asunto y la atmósfera relacionan esta obra con algunas de Gerard Ter Borch, con el cual se sabe que Vermeer tuvo contacto .  El artista muestra aquí una sensibilidad más marcada que antes por el uso de la luz, que se convierte en uno de los rasgos estilísticos de mayor relieve :lacrítica sostiene que en ello influyó el estudio de los cuadros de Carel Fabritius , que a menudo hizo uso de fondos luminosos

    También la técnica pictórica muestra importantes novedades , que preludian los  posteriores progresos : en el corpiño  de la muchacha y en las telas del primer plano de los realces luminosos se ejecutan con toques puntiformes de color claro , a veces muy densos. Esta técníca que revela un lejano ascendiente rembrandtiano , ha hecho   hablar de un puntillismo ante litteram en Vermeer.




    Mercedes Tamara 
    7 agosto 2012


    Bibliografía: Vermeer , Edit Biblioteca El Mundo

    domingo, 5 de agosto de 2012

    MUJER ESCRIBIENDO UNA CARTA DE JAN VERMEER

    MUJER ESCRIBIENDO UNA CARTA 1665
    Mujer escribiendo una carta
    óleo sobre lienzo 45x 39,9 cm
    Washington, National Gallery of Aty 








    Este cuadro se puede identificar entre los subastados en 1696: se puede por tanto suponer que pertenecía a la colección de Pieter van Ruijeven junto con otros diecinueve de Vermeer,  entre ellos El collar de perlas, muy próximo a éste. 




    La escena se desarrolla en la penumbra : destaca en el centro del lienzo la figura de una joven  que está sentada a una mesa y vuelve la mirada hacía el espectador . La muchacha tiene en la  mano una pluma de ganso, todavía apoyada sobre el papel de la carta . Da la impresión de que hubiera interrumpido por un momento la escritura , lo cual ha hecho suponer que Vermeer quiso representar su reacción a la entrada a la habitación de un segundo personaje , que  permanece oculto: no hay nada en su expresión , sin embargo, que confirme esta hipótesis. 



    Tampoco parece que se puedan encontrar en la escena significados simbólicos : si bien  el tema de la carta se ha utilizado con frecuencia en la pintura holandesa para aludir al  amor; faltan aquí otras indicaciones evidentes en este sentido. En el cuadro colgado en  el fondo se ha reconocido una naturaleza muerta con instrumentos , otra posible referencia a la esfera erótica. Se ha supuesto que la obra ha de ser considerada como un retrato, lo cual explicaría también la mirada de la joven y el que esté en el primer plano. La hipótesis de que la mujer representada sea la esposa del pintor es sugestiva, pero carece de fundamento  seguro : el inventario de los bienes familiares atestigua que la chaqueta de raso amarillo  le pertenecía a ella, pero en algunos cuadros la llevan otros modelos . 



    La escena, como en la Mujer de azul leyendo una carta, poco anterior, se construye por medio de estudiadas relaciones proporcionales, que afectan a todos los elementos de la composición. La figura domina una trama de líneas horizontales y verticales que confiere al cuadro la típica atmósfera de sosegada solemnidad. 








    Mercedes Tamara 
    5 agosto 2012 



    Bibliografía : Vermeer, Edit Biblioteca El Mundo